The reckoning by Jordan Ellinger

autor:Jordan Ellinger
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Fantástico, Novela
publicado: 2013-02-28T23:00:00+00:00

"Entonces está decidido-dijo Gotrek frotándose las manos con regocijo. '¡Mi hacha darán un festín con la sangre skaven esta noche! "

Pero el hacha de Gotrek no tuvo su festín con la sangre skaven esa noche, ni la siguiente.

La presencia de Balir en el grupo ayudó pero también los retraso. Fue capaz de llevarlos alrededor de los grupos de exploradores skavens, pero, a pesar de su obstinación, era simplemente incapaz de seguir el ritmo que llevaban antes. Gromnir, que parecía ser el gemelo más versados ​​en el seguimiento, les informó de que iban días por detrás del grupo que había capturado a Glorin. Félix sólo podía esperar que los skaven mantuvieran al aprendiz en una celda durante varios días antes de que se lo llevaran ante Tazuk y darles tiempo para rescatarlo.

Durante uno de sus períodos de descanso frecuentes. Martinuk se le acercó.

Estaban dispersos a lo largo de un túnel estrecho, todos ellos dejaron caer sus mochilas en el polvo y las siguieron con cansancio al suelo. Gotrek se había adelantado para explorar con uno de los gemelos, por lo que Félix había aprovechado la oportunidad para ponerse al día en sus escritos. Le había aliviado ver que su diario se había mantenido a salvo en su bolsa de cuero engrasado, durante su baño en el río y acababa de poner la pluma en la página cuando Martinuk se sentó a su lado. Cortó un trozo de queso duro de un bloque y se lo ofreció a Félix. Era duro, pero hizo a la galleta bajar más fácil, por lo que Félix lo tomó con gratitud.

"¿Cómo van las crónicas?-Preguntó Martinuk abruptamente.

Félix estudió la página, sabiendo que la pregunta era probablemente una forma de comenzar una conversación y merecía una respuesta frívola. "No muy bien", admitió. 'Las aventuras de Gotrek abarcan muchos años. Mi mayor problema es decidir qué partes dejar fuera”.

Martinuk gruñó. Sus dedos golpeaban contra el bloque de queso. Félix podría decir que el enano quería algo de él, pero no podía encontrar las palabras. Cerró el diario y la devolvió a su funda. "¿Habría algo que quería preguntarme?

'Te he salvado la vida de nuevo allí ", dijo el mercenario con brusquedad.

Félix asintió solemnemente. "Tengo una gran deuda con usted, Herr enano.

Martinuk asintió con la cabeza como si eso fuera suficiente. De pronto, volvió a hablar. "¿Por qué él?

Perplejo, Félix habló lentamente. -No lo entiendo. "

-Eres cronista de Gotrek. ¿Por qué es digno de sus servicios? Los Matadores toman juramento de poner fin a sus vidas a causa de una gran vergüenza - a menudo un delito que han cometido ", dijo Martinuk. 'Gotrek es un criminal. Y sin embargo, usted ha hecho un juramento para inmortalizar sus obras en un poema épico.

'Yo-' Félix tartamudeó. Aunque sus acciones durante los disturbios sobre Los Impuestos Sobre Ventanas habían hecho de ellos hombres buscados en medio del Imperio, jamás pensó en considerar el hecho de que la propia raza de Gotrek pudiera pensar en él como un criminal. -Supongo que nunca lo pensé de esa manera, "admitió.

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